Ensaimadas

Uno de los recuerdos mas firmes y presentes que tengo de mi infancia son unas ensaimadas que hacían en una panadería cerca de la casa donde vivía de pequeña. Recuerdo que por las noches me asomaba al balcón y podía ver a lo lejos como por una puerta de la terraza trasera del horno los panaderos trabajaban. Eran unas ensaimadas buenííííííííísimas, superjugosas y con un toquecito a no se que "como vino o alguna esencia de algo que nunca he llegado a saber definir y las hacía exquisitas", vamos! igualitas que muchas de las de ahora, infladas, huecas, secas y supercaras. La lástima es que como casi todo lo bueno de hace tiempo los propietarios traspasaron el horno y ya nunca volvió a ser lo que fue. Que rabia da saber que jamas vas a volver a saborear algo que te gusta lo que me lleva a recordar una especie de pan de molde al horno, algo dulce que desayunaba en Miami cuando estuve allí en Agosto de 1992 justo cuando llegó el huracán Andrew y allí me pilló! El hotel era el Seville Beach Hotel pero bueno eso ya es otra historia.