Tarta de galletas oreo

No se si alguno de vosotros ha tenido la ocasión de hacer esta tarta pero terminé hasta las narices de la tartita. Es cierto que salió tremendamente rica pero no hubo manera de conseguir que cogiera la consistencia adecuada pese ha dejarla 1749 horas en la nevera :-P. Por lo que al ponerla en la mesa, quedaba muy mona ella, pero al partir la primera porción era todo una caos. Me faltaban manos por todas partes porque se me desmoronaba como un castillo de naipes y no hay nada que me de más coraje que se me comience a enguarrar todo. No me mal interpretéis, no soy nada finolis y me encanta chuparme los dedos cuando como, pero me molesta soberanamente intentar desencajarme más y más la mandíbula, tipo anaconda, cada vez que me como un kebap para evitar que la dichosa lechuguita cortada a la juliana y bañada en salsa de yogurt me salpique por toda la cara o una hamburguesa a la que se le empieza a chorrear el huevo o se le va cayendo todo por los lados, ¡por Dios! prefiero comerme dos hamburguesas mas chiquitas y no tener que preocuparme de que los labios vuelvan a su estado natural en la próxima hora jajajjajja. Bueno… aquí os dejo la foto de mi tarta oreo que tanto gusto a mi hija mayor Selena y que no para de pedirme semana tras semana que vuelva hacerla, pero bueno yo le he dicho que para que se vuelva a dar el caso primero debo hacer terapia para no volver a perder los nervios jajajjaaajaja