Cuando me encargaron ésta tarta me dieron absoluta libertad, lo cual es una maravilla, por lo menos en mi caso, porque se me empieza a ir la mente con ideas e ideas y tener que atenerme a una cosa en concreto es una pena, así que disfruté un montón haciéndola. Solo me dijeron que pese a ser de Halloween tenía que ser más infantil que terrorífica y ésta fue la elección.... fantasmas, arañas, calabazas, murciélagos, ojos tenebrosos y un puchero al fuego (en porcelana fría) cargadito de chuches para los peques.. a tarta era de chocolate con ganache de tres chocolates, negro, con leche y blanco. Una combinación que nunca falla.....
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